"NUESTRA PROPIA SUCIEDAD, SE DISIMULA ENSUCIANDO A LOS DEMÁS" Mary Sandoval

 “NUESTRA PROPIA SUCIEDAD, SE DISIMULA ENSUCIANDO A LOS DEMAS”

    En política, el principal objetivo para tener el poder es el pueblo (las personas); cada político usa sus armas para hacerse de más adeptos y obtener el poder absoluto. Ya que se obtuvo, ahora es el momento de demostrar por qué se está en ese cargo por el cual se postuló.  

   Cuando se está en campaña para un cargo público, el candidato del partido político promete que todos tendrán derecho a los diferentes programas de bienestar social, que la economía crecerá tanto, todos tendrán trabajo, habrá mayor seguridad, entre muchas otras cosas más; y lo más importante, dice que hará más cosas y mejores que si antecesor, pero como dice un refrán “Del dicho al hecho hay mucho trecho” pues deja mucho que desear, porque sinceramente prometen y no cumplen. Ya ganando la elección, vemos que puede haber cosas que, si cumplan y otras que no, pero independientemente de eso, considero que lo que importa más es la capacidad del funcionario público para poder cumplir con lo prometido en campaña y el poder afrontar los problemas que se puedan presentar durante el tiempo que ocupe el puesto.

José López Portillo (1976-1982)

    Las promesas de campaña de López portillo eran conseguir la paz en México, alcanzar la igualdad social, mejorar la educación, mejorar la economía, y realizar las reformas estructurales en materia económica, política, entre otras. Pero ninguna se cumplió, ya que, en ese periodo en materia económica, su administración se caracterizó, sobre todo después de la primera mitad, por tomar decisiones arbitrarias y financieramente ineptas que detonaron la crisis más severa en la historia de México desde la época revolucionaria, no solo repitiendo, sino aumentando los errores del periodo echeverrista.  

Miguel De La Madrid Hurtado (1982-1988)

     Las promesas de campaña de Miguel De La Madrid eran combatir la corrupción, crear la llamada “renovación moral”, mejorar la economía. Lo malo es que en su gobierno creció la deuda externa. Se creo el pacto de solidaridad económica con los empresarios, pero no sirvió de mucho porque la inflación aumentó y la devaluación fue del 40%. 

Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)

     Las promesas de campaña de Salinas de Gortari eran: aligerar la carga de la deuda externa, que hubiese mayor participación ciudadana, que haya mayor seguridad, crear programas para combatir la pobreza (programa de solidaridad), preservar la soberanía nacional y evitar la anarquía. 

    Salinas de Gortari quería que México fuera un país de primer mundo y para eso, se firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (las negociaciones se iniciaron en 1990 y duraron 3 años). Podemos decir, y los analistas económicos en ese tiempo lo dijeron, este tratado puede tener efectos económicos positivos, ya que hubo inversión extranjera; así como también hubo negociaciones para reducir la deuda de México llegando a los 20 mil millones de dólares (se negoció la reducción de la deuda en más de 7 mil millones de dólares). Algo muy importante, se privatizó Telmex, cuyo dueño sería Carlos Slim.

    Lo malo de su gobierno, casi al final de su sexenio, es que se dio la crisis económica de 1994. Durante ese lapso de tiempo, hubo acontecimientos políticos como el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta (23 de marzo de 1994) y la aparición del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (1 de enero de 1994), eso causó incertidumbre en los inversionistas, ya que Salinas no hizo un plan emergente para contener la crisis económica, que a la postre Ernesto Zedillo tuvo que enfrentar.

Ernesto Zedillo Ponce de León (1994-2000)    

     Las promesas de campaña de Ernesto Zedillo eran: “(…) Tomó como eje de su campaña el fomento a la inversión como motor de crecimiento en el país. Se comprometió que para crear los empleos que demandan los mexicanos, debe crecer la economía, y para ello, se debía aumentar considerablemente la inversión.”( https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/las-promesas-mas-arriesgadas-de-los-presidenciables)

    “En su sexenio la administración pública mexicana sufrió de cambios importantes. El Programa de Modernización de la Administración Pública fue el primer gran intento por reformar la administración pública federal bajo los estándares internacionales de la nueva gerencia pública.” (Wikipedia).

    Como lo comenté anteriormente, a finales del sexenio de Carlos Salinas de Gortari se dio la crisis económica, por lo que tuvo que enfrentar la devaluación del peso en el extranjero, el cual se le conoció como “el error de diciembre”, ya que no hubo un ahorro en las finanzas públicas, las tasas de interés aumentaron considerablemente y la economía de los mexicanos fue precaria; Estados Unidos, temeroso de que su economía se devaluara, hizo un préstamo a México para salvarlo de la crisis. Hubo también negociaciones con el EZLN para el reconocimiento de los pueblos indígenas, éstas se dieron desde 1994 hasta el año 2006.

Vicente Fox Quezada (2000-2006):

    Sus promesas de campaña eran: “(…) lanzó una promesa de campaña poco usual: dijo que resolvería el conflicto y pacificaría a Chiapas en 15 minutos.” (https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/las-promesas-mas-arriesgadas-de-los-presidenciables)  Obviamente, fue algo que no pudo cumplir en todo su sexenio. Así mismo, dijo también que todos tendrían un vocho y un changarro.

   Éste fue el inicio de la era de los gobiernos panistas (que solo duró 12 años) y el fin del PRI. Durante su sexenio, en materia de política internacional, se vieron afectadas las relaciones con diversos países como Argentina, Bolivia, Venezuela y Cuba; pero con los Estados Unidos hubo muchos vínculos, e inclusive se firmaron diversos acuerdos comerciales.

    Dentro de sus principales acciones se creó la Agencia Federal de Investigaciones (ya desaparecida actualmente) en noviembre del 2001, así como el proyecto de becas para jóvenes de escasos recursos, planes de apoyo para los adultos mayores. También se dio a conocer el proyecto de construcción del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, pero hubo oposición y por decreto presidencial de fecha 01 de agosto del 2002 se canceló.

    Algo que a la postre resultó, en mi opinión muy personal una ocurrencia, es el haber dicho que en 15 minutos resolvería el conflicto con el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). 

Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012): 

     Básicamente, sus promesas de campaña eran el crecimiento económico, el crecimiento del empleo (se hacía llamar el presidente del empleo, y que iba a combatir de manera frontal al crimen organizado; su sexenio se caracterizó por ser de los más sombríos, ya que hubo una guerra no declarada contra los carteles de la droga y en la cual hubo aproximadamente 60,000 muertos entre 2006 y 2012. La violencia en el país aumentó significativamente. Lo que hizo este gobierno fue que los soldados salieran de los cuarteles, para cumplir las funciones de policía para combatir al narcotráfico, pero esa idea resultó muy peligrosa, ya que no se tomaron en cuenta dos cosas muy importantes: los soldados no estaban entrenados para cumplir funciones policiales y que no se contaba con un marco legal que determinara sus funciones, además de ser inconstitucional.

       En materia económica, su sexenio se caracterizó por la recesión económica en el año 2009, justo cuando se dio la pandemia (si me permiten llamarle así) de la influenza. La caída del producto interno bruto fue del 6%. “El total de la inversión extranjera directa durante la presidencia de Calderón fue de 70,494 millones de dólares” (Wikipedia) La pobreza aumentó y la deuda externa se incrementó en un 92% (dato de Wikipedia)

Enrique Peña Nieto (2012-2018)

   Al igual que sus antecesores, prometió combatir a la delincuencia, crecimiento económico, creación de empleos, mejoramiento de los servicios de salud, entre otros. “(…) lanzó en su momento 266 compromisos firmados ante Notario Público, entre ellos eliminar 100 diputados federales, la creación de la Comisión Nacional Anticorrupción, y erradicar la pobreza alimentaria.” (https://www.eluniversal.com.mx/nacion/politica/las-promesas-mas-arriesgadas-de-los-presidenciables)

     A pesar de que en este sexenio hubo reformas estructurales en materia económica, el crecimiento del país no fue el esperado. Había prometido que la economía crecería a un ritmo del 5% pero no fue así, en promedio creció aproximadamente 2.5%. En el año de 2017, se dio el famoso “gasolinazo”, es decir, hubo un incremento considerable en el precio del combustible. 

(https://www.animalpolitico.com/2016/12/gasolinazo-gasolina-aumento-2017-precios/)“

La principal crítica para la administración actual, es el nivel de endeudamiento en que se encuentra el país, pasó del 33.8 % del PIB al 46.4% al cierre del 2017” (https://www.eleconomista.com.mx/politica/Los-aciertos-y-desaciertos-del-sexenio-de-Enrique-Pena-Nieto-20181118-0015.html) Y cómo podemos ver, la deuda aumentó. 

Otro tema que se quedó pendiente, fue la inseguridad (siguió aumentando) y también la corrupción (que seguía dándose)

Andrés Manuel López Obrador (2018-actualmente):

Andrés Manuel López Obrador hizo promesas durante su etapa como candidato en el 2018. Como lo he mencionado, el combate a la inseguridad, apoyo económico a los adultos mayores, creación de los programas sociales de bienestar. De lo más importante de su campaña, el que quizás fue su eje principal a lo largo de los 18 años que estuvo recorriendo todo el país, fue apoyar a los pobres, por eso decía en sus discursos que él no quería un gobierno rico con un pueblo pobre.

En su toma de posesión el 1º de diciembre del 2018, hizo una serie de 45 compromisos que piensa o que pensaba cumplir a lo largo de su mandato. Pueden checar el siguiente enlace para que conozcan esos 45 compromisos: https://www.forbes.com.mx/45-promesas-que-realizo-amlo-en-su-toma-de-posesion/

Esto sería a grandes rasgos lo que cada uno de los gobernantes, en su tiempo, prometieron al electorado cuando estaban en campaña política. Aunque en el caso de López Obrador, quien actualmente gobierna, pues sigue en campaña y no deja de seguir prometiendo.

Siempre que un presidente está en funciones, hace críticas hacia su antecesor; que, si no hizo esto, que, si fue corrupto o que no debió actuar así, entre otras cosas; y que, al contrario, prometen que harán las cosas mejor que el anterior. Pero me pregunto una cosa, ¿Esto que dice un presidente de su antecesor es por critica, por presumir que él es mejor que el otro, o acaso es por ignorancia y falta de capacidad para gobernar? Si sería importante ponernos a pensar en eso, porque al final de cuentas, independientemente que se sea o no un buen presidente, su forma de gobernar determina el desarrollo y el futuro del país.

Solo pienso que cada presidente, anteriores y actual, creen que gobernar es fácil, pero no. Un verdadero gobierno apoya, no roba ni quita. Tiene la capacidad suficiente para resolver los problemas de fondo, no se esconde ni pone trabas, ni se enriquece. Un buen presidente sabe tomar decisiones acertadas para el bien de la Nación, no perjudica ni afecta a los demás; sabe como llegar a acuerdos con todos.

¿Pero que hace que ese buen gobierno no exista? Precisamente es la incapacidad para gobernar, esa incapacidad para tomar decisiones que solo benefician a unos cuantos y no a todos; esa incapacidad que solo divide al país; el estar acusando al antecesor de no haber resuelto las diferentes problemáticas, cuando el presidente en turno tampoco las resuelve y demuestra que es incapaz para gobernar la nación.  

Por eso le digo a Andrés Manuel López Obrador (actualmente gobierna), que, si va a gobernar para todos los mexicanos, sea hombre y demuéstrelo, porque eso de estarse quejando que le dejaron un cochinero solo demuestra, como lo comenté antes, su incapacidad para gobernar. Ahora sí que como dijo: esto me cayó como anillo al dedo, le digo “nuestra propia suciedad (su propia suciedad), se disimula ensuciando a los demás”

Como dice Rafael Loret de Mola: Lo siento mucho, no me van a callar y lo digo con cero cobardía.

Iztaccíhuatl